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Entrevista a Lizette Mancilla

En los dos extremos de la pista

 

En una entrevista de 5 minutos y con la presión de retornar a la pista a sus labores para las clasificatorias del Mundial de Taiwan, Lisette Mancilla, jueza del CNJ, nos da una valiosa visión de lo que significa ser jueza del patín velocidad, esta sacrificada labor que no se hace más que por amor a nuestro deporte, algo digno de destacar.

 

Lizette, ¿Cuánto hace que estas vinculada al mundo del patín?

Estoy en esto desde el año 1980, cuando llegué a aprender a correr a la pista del parque O’Higgins siendo muy pequeña. Pero no fue sino hasta 1981 que empecé a participar en torneos escolares y en 1982 participé en el primer selectivo para los juegos Cruz del Sur. Corrí desde el año 82 hasta el 85 más o menos y no seguí, pues mi padre se anduvo asustando con una feroz caída que tuve corriendo en la Ruta de Anita Lizama, lo que implicó que me retirara de las pistas por un buen tiempo.

 

¿Y cómo retomaste nuevamente?

Regresé para ver como espectador el mundial del 99, que se desarrolló en Chile, reencontrándome con viejos amigos y gatillando el interés de mi hija de 8 años en esa época, quien se motivó y estuvo corriendo algunos años primero en Universidad de Chile donde apoyé al club a captar niños y un poco también como formadora, aunque nunca fui realmente entrenadora, pero siempre apoyando al club para salir a delante. Luego mi hija se cambió al club Huechuraba donde participé como apoderado y finalmente como delegada.

 

¿Cómo te transformaste en juez, que te motivó?

Mientras mi hija corría aún, me invitaron al CNJ participando de un curso para formar a nuevos jueces, entré con curiosidad y salí con entusiasmo perteneciendo al cuerpo de jueces.

 

Pero tu hija luego se retiró y tú continuaste.

Si efectivamente, continué, porque el gusto por esta disciplina no se acaba, pasa a ser parte de los amores y uno no quiere dejarlo.

 

¿Perteneces a algún club todavía?

No, porque en el minuto en que pasas a pertenecer al CNJ, debes dejar cualquier participación en algún club, es parte del reglamento para lograr un cuerpo de jueces independiente.

 

Pero ¿Existe inclinación de la balanza por uno u otro club a veces de parte de los Jueces, o rivalidad por tener origen en algún club en particular?

No para nada, el cuerpo de jueces es muy disciplinado en ese sentido y vela por mantener siempre imparcialidad, más allá de la cercanía que pueda existir con algún club o con algunos niños en particular, ya que casi todos hemos partido como apoderados. En la práctica, la relación con los deportistas se da más bien en forma natural a través de los que se acercan de mutuo propio a hacernos consultas o aprender. Pero es muy importante que no exista participación en ningún club, es lo ideal para que haya independencia de las decisiones.

Hay algún ex corredor además de ti en el CNJ?

Somos solo dos ex corredores, Samuel Minzer que Corría por USACH y yo, el resto del cuerpo de jueces está compuesto por apoderados.

 

¿Cuántas personas componen el cuerpo de jueces?

Somos entre 10 y 20 personas en promedio, claro que con algo de rotación, pues hay papás que entran y salen, ya que la demanda en tiempo y el stress de pista es agotador y algunos no resisten o se cansan.

 

¿Por qué tanto stress? ¿Hay muchos conflictos o problemas dentro de la pista?

No, pero las jornadas de competencia son largas y te alejan de la familia o de tu pareja, sacrificando fines de semana, por otro lado a veces se presentan situaciones sobre las cuales hay que tomar decisiones que en ocasiones disgusta a quienes están fuera de pista y por último hay quienes no siempre pueden ver lo que nosotros vemos en la pista o incluso a veces ven lo que quieren ver y no lo que realmente sucede, lo que se resume en un conjunto de cosas que puede generar mucha presión, algo que no todos están dispuestos a soportar por mucho tiempo.

 

Y hablando de decisiones conflictivas ¿Qué opinas del incidente de las clasificatorias para el mundial que descalificó a Valentina Moya durante la prueba de 500 metros? Yo vi las imágenes que ella publicó en internet y me parece que, a la luz de algunas de las fotografías, la decisión podría haberse inclinado en favor de Valentina.

La situación fue bien polémica, pero la verdad es que las pruebas de velocidad por lo general presentan mucho roce y para mí algunas de las fotografías que publicó avalan una  situación que fue correctamente sancionada por los jueces, pero a veces en el fragor de la pista, con la energía del minuto, como deportista no siempre puedes tener claro todo lo que ocurre. En definitiva, para nosotros la falta estaba y en nuestro rol de jueces no podemos evaluar intenciones, sino sólo lo que sucede, es decir las acciones que observamos sobre la pista y es eso lo que se cobra.

 

Y ¿qué pasa cuando hay decisiones mal tomadas, que pueden ser impopulares o que pueden ser error de los jueces? ¿Es posible apelar ante alguna instancia? Los jueces también pueden cometer errores, ¿no crees?

Sí claro, los jueces se podrían equivocar, pero lo que está dentro de la pista le compete a los jueces y las decisiones se toman en el momento dentro de la pista, si existiese la posibilidad de apelar o se toma alguna acción por secretaría, eso no es de competencia de los jueces y ante acciones de tipo administrativo es la Federación quien debe tomar cartas en el asunto y no nosotros, aunque no estoy segura de los resultados de una acción de esta naturaleza me imagino que si es posible hacerlo.

 

¿En casos como este y otros crees que sería útil acudir a una cámara para apoyar las decisiones?

Podría existir una cámara de recorrido al interior de la pista, pero las cámaras fuera de la pista no son oficiales y no se pueden emplear para tomar decisiones. En general nosotros nunca vemos videos y menos después de haber tomado una decisión. Creo que si en alguna ocasión particular un video te ayuda a tomar una decisión correcta, podría tomarse como apoyo recomendable y entiendo que alguna vez se ha hecho, pero las cámaras también pueden inducir a error, pues la interpretación de una falta podría cambiar dependiendo del ángulo y la posición al interior de la pista, pues nunca es posible tomar la situación completa desde una cámara.

 

Cuando hay errores ¿Crees legítimo pedir disculpas de parte de un Juez? Cometer errores es un acto humano y en lo personal creo que sería legítimo y sano para el desarrollo de nuestro deporte pedir disculpas cuando la situación lo amerite ¿no crees? Sobre todo pensando que estamos educando a nuestros niños.

En lo personal hago lo posible de no cometer errores, realizar mi labor como Juez en forma responsable y correcta es parte de mi aporte a esta disciplina, pero si por alguna circunstancia me equivoco  creo que  se debe pedir disculpas, sobre todo cuando se perjudica a un deportista, independiente si es de Escuela, Intermedia o Alta Competición, todos merecen el mismo respeto.

Yo fui corredora y también seleccionada nacional y entiendo perfectamente lo que significa el stress de competir también para los deportistas, al ser Juez uno debe escuchar, entender, aclarar dudas y a veces calmar cuando se ven caer lágrimas. Por lo menos mi sensibilidad permite que tenga una buena relación con los deportistas y trato de aprovecharlo, siempre para el bien de los niños y jóvenes que a veces necesitan un apoyo de nuestra parte.

 

¿Te proyectas hacia adelante en este deporte siempre como jueza? ¿Sientes nostalgia al no estar del otro lado de la pista?

En este momento mi proyección está como Juez, me gusta y es mi aporte a este deporte que me encanta, estoy viendo la posibilidad de volver a entrenar, pero competir no está en mis planes aún.

Nostalgia uno siempre tiene de estar en pista nuevamente, se extraña, pero no lo descarto, sólo me falta organizar mis tiempos para volver a entrenar y si se dan las cosas para competir debo tomar un receso como Juez, no es compatible aquí en Chile realizar las dos cosas.

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